Vemos, pues, que no pudieron entrar a causa de su incredulidad. — HEBREOS 3:19 La duda y la incredulidad pueden robarte la bendición que Dios quería que tuvieras. La duda y la incredulidad harán que recibas algo menos que lo mejor de Dios. Veamos un ejemplo de esto en la Biblia. Mateo 14:25-31 25 A la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26 Los discípulos, al verlo andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27 Enseguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo! Soy yo; no temáis. 28 Pedro le respondió y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, gritó: ¡Señor, sálvame! 31 Al instante Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Ahora bien, en el caso de Pedro, el Señor intervino por Su sober