Y esto haremos, si Dios lo permite. — HEBREOS 6:3
Hay muchos verbos en el Antiguo Testamento que se traducen en sentido causal en la versión King James , pero los verbos originales están en sentido permisivo. Veamos algunos de ellos para que puedas entender lo que digo.
En Isaías 45:7, Dios dijo: “Yo formo la luz y creo las tinieblas, hago la paz y creo la adversidad. Yo, el Señor, hago todo esto”. ¿Dios crea el mal? No. Si conoces bien la Biblia, sabrás que la Biblia no enseña eso. Bueno, este versículo dice que sí lo hace.
Si Dios crea el mal, eso lo convertiría en un diablo. La Biblia enseña que el diablo es responsable de todo lo que es malo. Dios puede permitir el mal, pero no lo crea. Y cuando entendamos, como señaló el Dr. Robert Young, que el verbo está en sentido permisivo y no en sentido causal, veremos que Dios no causa el mal. Simplemente lo permite.
Veamos otro versículo de las Escrituras. Amós 3:6 dice: “¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?” Nuevamente, si Dios comete el mal, entonces no tiene derecho alguno a juzgar al hombre por pecar. Pero Dios no comete el mal.
Verás, este versículo dice: “¿Habrá algún mal en la ciudad, sin que Dios lo haya hecho?” ¿Ha sucedido algún mal en la ciudad en la que vives? ¿Alguien ha matado a alguien más? ¿Alguien ha robado una tienda? Bueno, sí, por supuesto. ¿Lo hizo Dios? Este versículo dice que lo hizo. Pero sabes que eso no puede ser correcto, porque Dios no lo hizo Él mismo y no comisionó a nadie para que lo hiciera. Él no comisionó a nadie para que saliera y robara una tienda o quemara un edificio. No, Dios no hace el mal. Él solo permite el mal. Hay una gran diferencia entre permiso y comisión.
Confesión: Dios no crea el mal, sólo lo permite. Como tengo libre albedrío, puedo elegir obedecer a Dios o puedo elegir ir en contra de Él. Elijo seguir a Dios y disfrutar de todos sus muchos beneficios.
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