Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. — JUAN 3:6,7
Bajo el Nuevo Pacto, cada hijo de Dios tiene el Espíritu de Dios. Primero, nace del Espíritu. Luego puede ser lleno del Espíritu. Y puede esperar ser guiado por el Espíritu.
Nacido del Espíritu. El espíritu del hombre es la parte del hombre que nace de nuevo. El espíritu del cristiano tiene la vida y la naturaleza de Dios en él. El hombre interior nace del Espíritu de Dios y tiene el Espíritu de Dios en él.
Lleno de ese Espíritu. El cristiano nacido de nuevo puede ser lleno de ese mismo Espíritu que ya tiene en él. Y cuando esté lleno de ese Espíritu, habrá un desbordamiento de ese Espíritu. Hablará en otras lenguas, según el Espíritu Santo le dé que hable (Hechos 2:4).
Guiados por el Espíritu. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”. Incluso el nacido de nuevo que no ha sido lleno del Espíritu, tiene el Espíritu de Dios morando en él, y puede esperar ser guiado y conducido por el Espíritu Santo.
Confesión: Soy un hijo de Dios. Nací del Espíritu de Dios. El Espíritu de Dios me guía. Él me está guiando ahora. El Espíritu Santo se levantará grande en mí. Él iluminará mi mente. Él le dará dirección a mi espíritu. Estoy siendo guiado por el Espíritu de Dios.
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