Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo . . . . — HECHOS 13:2 Esta es la oración de adoración: ministrar al Señor. Es cierto que Dios se preocupa por nosotros. Él está interesado en nosotros y quiere satisfacer nuestras necesidades, porque nos ha dicho que pidamos. Pero mi observación personal es que un porcentaje demasiado grande de nuestras oraciones es: “Dame, dame, dame”. Necesitamos tomar tiempo en nuestra vida de oración individual, en nuestras reuniones, en nuestras iglesias, para esperar en Dios y ministrar al Señor. En este tipo de atmósfera, Dios puede moverse. Mientras ministraban al Señor y ayunaban, ¡el Espíritu Santo se manifestó! Dios hizo al hombre para Su propio placer para tener a alguien con quien tener comunión. Él es nuestro Padre. Somos nacidos de Dios. Ningún padre terrenal jamás disfrutó la comunión de sus hijos más de lo que Dios disfruta la comunión de sus hijos e hijas. Tome tiempo para ministrar al Señor: Para orar. Pa