Que Él os conceda, de los ricos tesoros de Su gloria, ser reforzado y fortificado con gran poder en el hombre interior por el Espíritu [Santo] [que mora en vuestro ser y personalidad más íntimos]. Que Cristo, por medio de vuestra fe, habite (se establezca, permanezca, haga Su hogar permanente) en vuestros corazones … — EFESIOS 3:16,17 ( Amplified )
¿Cómo es que Cristo realmente mora, se establece y hace de su hogar permanente su hogar en el corazón? Por medio de su fe.
Eso es lo que Dios quiere hacer: ¡que habite permanentemente en tu corazón! Pero eso es lo que los cristianos no le han permitido hacer. (Recuerda: esta escritura fue escrita para cristianos nacidos de nuevo y llenos del Espíritu).
Los cristianos cantan: “Ven aquí, Señor, ven aquí”, dando a entender que el Señor no está aquí, pero si tan solo pudiéramos hacer que Él viniera, podría hacer algo por nosotros. Y cantamos: “Extiende la mano y toca a Jesús cuando pase”. Todos estos sentimientos se basan en el conocimiento sensorial físico. No tengo que extender la mano y tocar al Señor, ¡porque Él vive en mí! Y cantamos: “Solo para recibir un toque, oh Señor, de Ti”. ¿Para qué quiero tocarlo cuando tengo al Espíritu Santo viviendo dentro de mí?
¡Confía en Dios, que ya habita en ti! ¡Aprende a tener una mentalidad de “Dios interior”!
Confesión: El Espíritu Santo que mora en mi ser más íntimo me fortalece y me refuerza con gran poder. ¡Cristo mora, se establece, permanece y hace su hogar permanente en mi corazón!
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