No temerá las malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová. — SALMO 112:7
Después de uno de mis servicios matutinos, una mujer se me acercó llorando y me dijo: “Hermano Hagin, tengo miedo. Hay una enfermedad hereditaria que se transmite en mi familia. Me va a pasar a mí”.
Le dije: “Abre tu Biblia en Isaías 41:10. Dios dijo: “No temas, porque yo estoy contigo…”. ¡ Dios está contigo, hermana!”. Le pregunté si había nacido de nuevo y me dijo que sí. Le pregunté si estaba llena del Espíritu y me dijo que sí. Le dije: “Entonces, mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).
Le dije: “¿De verdad puedes creer que Dios está contigo y tener miedo? No, tienes miedo cuando piensas que Él no está contigo”.
Entonces ella dijo: “No entiendes lo débil e indefensa que soy”.
Le leí el resto de Isaías 41:10: “… no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. ¡ El Dios del universo está con nosotros! ¡Aquel que habló y creó los mundos está con nosotros! ¡No tenemos por qué ser débiles, ni indefensos, ni tener miedo!
Confesión: Sé que Dios está conmigo. Él está en mí. Así que no tengo por qué tener miedo. Dios me fortalecerá. Él me ayudará. Él me sostendrá con la diestra de su justicia.
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