No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. — 2 CORINTIOS 6:14-16
Para tener una fe fuerte, debes verte a ti mismo como Dios te ve,
y debes decir de ti mismo lo que Dios dice de ti.
En el pasaje citado anteriormente, a los creyentes se les llama creyentes y a los incrédulos, incrédulos . Así que tú puedes llamarte creyente.
A los creyentes se les llama justicia y a los incrédulos injusticia . ¿Alguna vez te has llamado justicia ? Así te llama la Biblia, así que lo eres.
A los creyentes se les llama luz , y a los incrédulos se les llama oscuridad .
“¿ Y qué concordia tiene Cristo con Belial? ” Aquí la Iglesia se identifica con Cristo. Cristo es la Cabeza y nosotros somos el Cuerpo. Tu cabeza no tiene un nombre y tu cuerpo otro, ¿verdad? La Iglesia se identifica con Cristo; nosotros somos el Cuerpo de Cristo. Piénsalo. Déjalo que penetre en ti. ¡Qué base para la fe!
Confesión: Porque estoy en Cristo, soy creyente, soy justicia, soy luz, soy creyente, soy templo de Dios.
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