Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios... Y éste es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida... — 1 JUAN 5:9,11,12
La fe en Dios es simplemente fe en Su Palabra.
Estudia la Palabra de Dios con esta determinación: averiguaré lo que Dios dice y estaré de acuerdo con ello. No puedes esperar que las cosas de Dios funcionen para ti si tomas partido en contra de Su Palabra. Esto puede significar desaprender ciertas ideas “religiosas”. Con demasiada frecuencia nos han lavado el cerebro religiosamente, en lugar de recibir enseñanza bíblica.
Descubra lo que Dios dice en Su Palabra con respecto a: (1) Lo que Dios ha puesto a nuestra disposición en Su plan de redención; (2) Lo que el Padre es para usted; (3) Lo que Jesús está haciendo por usted ahora a la diestra del Padre; y (4) Lo que el Espíritu Santo está haciendo en usted.
Luego, descubre en Su Palabra lo que Dios piensa acerca de lo siguiente: (1) Lo que Él dice que eres en Cristo; (2) Quién eres en Cristo; (3) Lo que tienes porque estás en Cristo.
Aunque no parezca real en tu vida, comienza a confesar: “Sí, eso es mío, según la Palabra de Dios”. Entonces descubrirás que la confesión de fe crea realidad.
Confesión: Estoy de acuerdo con el testimonio de Dios. Lo que Él dice que soy, lo soy. Lo que Él dice que tengo, lo tengo.
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