Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. — 1 JUAN 1:9
Alguien me preguntó una vez: “Puedo ver en las Escrituras que hemos recibido la remisión de nuestros pecados pasados, que hemos recibido el don de la justicia y que hemos sido hechos nuevas criaturas justas. Pero ¿qué pasa con los pecados que he cometido desde que me convertí en cristiano?”
¡Gracias a Dios por Su provisión! (1 Juan 1:9) Este versículo no es para los pecadores, ¡es para los cristianos! Primera de Juan está escrita para los cristianos (1 Juan 2:1,2).
Cuando un hombre peca, está bajo condenación. Pierde su sentido de justicia. Pero cuando confiesa al Señor: “He pecado; te he fallado. Perdóname, Señor, en el nombre de Jesús”. El Señor hace dos cosas:
1. Él lo perdona
2. Lo limpia
¿De qué lo limpia Dios? ¡De toda maldad!
En la biblia en 1 Juan 1:9 la versión Reina Valera dice "limpiarnos de toda maldad" en la versión Inglés King James dice "limpiarnos de toda injusticia".
La injusticia es simplemente la palabra justicia con el prefijo “in” adjunto. Cuando somos limpiados de la injusticia , o de la falta de justicia, ¡volvemos a ser justos! ¡Alabado sea el Señor!
Confesión: Gracias, Padre, por tu provisión de 1 Juan 1:9. Gracias por tu fidelidad al perdonarme y limpiarme de toda maldad, para que pueda tener siempre una posición justa ante tus ojos.
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