Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. — EFESIOS 2:8
Se necesitó fe para que usted se convirtiera en hijo de Dios. Por gracia usted fue salvo por medio de la fe. Y los hijos de Dios son dueños de todo lo que Cristo ha hecho por ellos. ¡Son dueños de todo!
¿Ahora puedes entender por qué Pedro dijo: “… y por cuya herida fuisteis sanados” ? En lo que respecta a Dios, la sanidad ya es tuya. Puedes estar seguro de que si aceptas 1 Pedro 2:24 e Isaías 53:3-5, la sanidad se manifestará inevitablemente en tu cuerpo.
Ha pasado un tiempo desde que analizamos Isaías 53. Veamos ese pasaje nuevamente.
ISAÍAS 53:3-5
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Tal vez leas el versículo 5 y digas: “Sí, pero no me parece real”. ¿Cómo se efectúa o manifiesta en tu vida la realidad de la salvación? Al actuar conforme a ella. Todo lo que necesitas hacer es meditar y actuar conforme a la Palabra.
Confesión: Cuando actúo según la Palabra, cuando simplemente hago lo que dice la Palabra, esta se vuelve una realidad en mi vida. La sanidad se vuelve una realidad en mi vida cuando actúo según las palabras: “por sus llagas fuimos nosotros sanados”.
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