El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. — SANTIAGO 1:8
Varios años después, cuando su madre tenía ochenta y nueve años, fuimos a ver cómo estaban los padres de Margene. Todavía hacía todas las tareas domésticas. Tenía una mente más clara que incluso sus hijas. A los sesenta y siete años, estaba sentada sin hacer nada, fuera de sí, haciendo sonidos extraños e ininteligibles. Pero a los ochenta y nueve años, tenía una mente aguda y podía funcionar perfectamente.
¿Cómo puedes recibir lo mejor que Dios tiene para ti? Bueno, primero, ten hambre y sed de Dios y de lo mejor que tiene para ti. Resiste la duda constantemente. La única cura para la duda es la fe en la Palabra de Dios. Actúa conforme a la Palabra. Créela por lo que dice. Actúa conforme a la Palabra de Dios y recibirás todas sus promesas. No hay otra manera.
El Espíritu de Dios dijo a través de Santiago: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:6-7). Ahora bien, puedes tener dudas o tener fe. Tú eres quien debe tomar esa decisión. ¿Cuál prefieres?
Confesión: No soy un escéptico. Soy un creyente. Soy un hijo de Dios. Dios es mi propio Padre. Yo soy su propio hijo. Nací de Dios.
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