Y serviréis a Jehová vuestro Dios, y él bendecirá vuestro pan y vuestra agua; y quitaré la enfermedad de en medio de ti. Ninguna persona abandonará sus crías ni será estéril en tu tierra: yo cumpliré el número de tus días. — ÉXODO 23:25,26
Mientras Israel caminó en el pacto, no hubo enfermedad entre ellos. No hay registro de una muerte prematura mientras guardaran el
pacto. No murió ningún bebé, ningún joven ni ninguna persona de mediana edad. Una vez quitadas las enfermedades de en medio de ellos, vivieron toda su vida sin enfermedades, y luego simplemente se quedaron dormidos en la muerte. Cuando llegaba el momento de partir, imponían las manos a sus hijos, pronunciaban bendiciones sobre ellos, metían sus pies en la cama, abandonaban el espíritu y se iban a casa.
¿Qué tiene eso que ver con nosotros? ¡Dios es el mismo Dios ahora que era entonces! La Biblia dice que Él no cambia. Dios estaba en contra del pecado en el Antiguo Testamento (Antiguo Pacto), y Dios está en contra del pecado en el Nuevo Testamento (Nuevo Pacto). Dios estaba en contra de la enfermedad en el Antiguo Testamento, y Dios está en contra de la enfermedad en el Nuevo Testamento. Dios hizo provisiones para la sanidad en el Antiguo Testamento, ¡y Dios ha hecho provisiones para la sanidad en el Nuevo Testamento!
Confesión: Amo y sirvo al Señor mi Dios como creyente del Nuevo Pacto. Jesús ha quitado la enfermedad de en medio de mí. ¡Si Él demora su venida, el número de mis días cumpliré!
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