El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de las angustias. — PROVERBIOS 21:23
Cuando surgen problemas, la mayoría de la gente quiere culpar a Dios. “¿Por qué Dios permitió que esto sucediera?” ellos preguntan.
Después de que llegaron los problemas, Job dijo: “ Porque ha venido sobre mí lo que tanto temía, y lo que temía ha venido a mí ” (Job 3:25). ¡Job abrió la puerta y dejó entrar al diablo!
Nosotros mismos causamos nuestros problemas la mayor parte del tiempo. Muchos queridos cristianos no mantienen su boca y su lengua bajo control. Siempre dicen palabras equivocadas. Casi de lo único que hablan es de la batalla que tuvieron con el diablo. Las palabras de derrota están equivocadas. Las palabras de fracaso están equivocadas. Las palabras acerca de cómo el diablo te está obstaculizando, cómo te está impidiendo el éxito, cómo te está enfermando y manteniéndote enfermo, están equivocadas. Esas palabras le dan a Satanás dominio sobre usted y crean problemas.
Pero cuando tienes la Palabra de Dios en tu corazón y la pronuncias con tu boca (frente a contradicciones aparentes, frente al dolor, frente a síntomas alarmantes, frente a circunstancias atroces) tales Las condiciones adversas desaparecerán.
Confesión: mantengo mi boca y mantengo mi lengua. Por eso guardo mi alma de las angustias. Creo en la Palabra de Dios en mi corazón. ¡Me propongo que la Palabra esté en mi boca y en mi lengua, y sólo hablaré según la Palabra de Dios!
Comentarios
Publicar un comentario