Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. — 1 SAMUEL 17:45-47
Le pedí al Señor que me diera más Escrituras que usaran estos mismos principios.
Jesús sonrió y dijo: “Está bien. Están en una historia del Antiguo Testamento que conoces desde tu juventud: la historia de David y Goliat”.
“¿Es eso lo que hizo David?” Yo pregunté.
“Exactamente”, dijo Jesús. “Esos son los cuatro pasos que dio David”.
Una vez terminada la visión, releí la historia de David y Goliat. ¡Descubrí que David lo dijo cinco veces antes de actuar en consecuencia! Léelo tú mismo. David sabía que podías tener lo que decías. Sabía que uno podía escribir su propio boleto con Dios. ¿Cómo supo David que Dios lo haría? David sabía que Dios haría cualquier cosa por la que él creyera en Él, ¡y Dios lo hará por ti también!
Confesión: soy un creyente. No soy un escéptico. Creo en Dios para la victoria total. ¡Entonces el mundo verá que Dios está por mí!
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