Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin vacilar; (porque fiel es el que prometió.) - HEBREOS 10:23
Cuando sabes lo que dice la Palabra de Dios y alguien te pregunta: "¿Cómo te sientes?" puedes decir: "Estoy bien, gracias". Incluso si experimenta algunos síntomas, no está mintiendo. Estás afirmando que estás bien porque la Biblia dice que Jesús tomó tus debilidades y llevó tus dolencias. Y lo que Él llevó, tú no necesitas soportarlo.
Verás, ya que Jesús cargó con tus debilidades, ya no tienes que tenerlas más. Pero mientras los confieses, mientras digas: “Yo los tengo”, los tendrás.
Esa es la razón por la que la gente pasa por el proceso de intentar deshacerse de las enfermedades una y otra vez. Se ora por ellos, se les imponen las manos, se les unge con aceite, pero siguen aferrándose a lo que tienen. No sueltan la enfermedad.
Si crees que Jesús tomó tus enfermedades y las desnudó mientras los síntomas todavía están ahí (aunque toda la evidencia física dice que no es así), no pasará mucho tiempo antes de que recojas una cosecha de sanidad.
Confesión: No me conmueve lo que veo ni lo que siento. Sólo me conmueve lo que creo, y creo que Él, Jesús, tomó mis debilidades y llevó mis dolencias
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