Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien también hizo el mundo; El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su persona, y sustentando todas las cosas con la palabra de su poder, cuando él solo hubo purificado nuestros pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas; Siendo hecho mucho mejor que los ángeles, cuanto que por herencia obtuvo un nombre más excelente que ellos. — HEBREOS 1:1-4
No podemos medir la inmensidad del poder y la autoridad en el Nombre de Jesús sin darnos cuenta de que Él heredó ese Nombre de Dios el Creador.
Jesús es el resplandor de la gloria de Dios.
Jesús es la imagen expresa de la Persona de Dios: el resplandor mismo de Dios Padre.
Jesús es el heredero de todas las cosas. Y Jesús heredó Su Nombre. La grandeza de Su Nombre es heredada de Su Padre. De modo que el poder de Su Nombre sólo puede medirse por el poder de Dios.
¡Y cada creyente ha heredado el derecho legal de usar el Nombre de Jesús!
Confesión: ¡ Sé que el Nombre de Jesús contiene el poder y la autoridad del Creador! Sé que el poder en el Nombre de Jesús sólo puede medirse por el poder de Dios. ¡Y sé que tengo el derecho legal de usar ese nombre!
Comentarios
Publicar un comentario