El Día de Acción de Gracias marca un día festivo que nuestros antepasados en Estados Unidos y Canadá reservaron para agradecer a Dios. Querían agradecerle por bendecirlos y traerlos a una nueva tierra rica en provisiones materiales. Sin embargo, para los cristianos, el Día de Acción de Gracias también nos recuerda que debemos agradecerle por habernos traído a una tierra rica en provisión espiritual : el Reino de Dios (Col. 1:13).
A menudo no logramos que Dios satisfaga nuestras necesidades porque no le agradecemos. El Día de Acción de Gracias es una expresión importante de nuestra fe. Esto se debe a que no podemos agradecerle genuinamente por algo a menos que creamos que lo hemos recibido.
La Biblia nos dice que el Padre ya nos ha bendecido con todas las bendiciones espirituales en Cristo (Efesios 1:3). Él nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (2 Pedro 1:3). Si realmente creyéramos en esas palabras, no podríamos evitar agradecerle por bendecirnos, sin importar cuán mala pueda parecer nuestra situación.
A menudo oramos una y otra vez por el mismo problema, pero nunca damos gracias a Dios por la respuesta. Si realmente creemos que el Señor ha escuchado y respondido nuestra oración, le daremos gracias. Pero cuando continuamos orando y orando sin agradecerle, ¡ni siquiera estamos reconociendo que Él nos ha escuchado , y mucho menos nos ha respondido !
Después de que pidamos con fe, la acción de gracias nos mantendrá establecidos en la fe (Col. 2:7). En lugar de hablar de lo que no tenemos, debemos agradecer a Dios según Su Palabra por lo que sí tenemos. Cada vez que liberamos nuestra fe agradeciéndole y alabandole, ningún poder en el infierno puede impedir Su provisión para nosotros.
beneficio.
Si queremos que nuestra vida rebose de las bendiciones de Dios, debemos agradecerle continuamente desde nuestro corazón por lo que tenemos. A medida que rebosemos de agradecimiento hacia Él, Él derramará bendiciones mayores de las que podemos imaginar. Nuestra gratitud será la llave que abra la abundancia que Él ya nos ha provisto.
¡Feliz día de acción de gracias!
Por Kenneth W. Hagin
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