. . . Estas maldiciones vendrán sobre ti, y te alcanzarán. . . . si no cuidares de hacer todas las palabras de esta ley. . . . también toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley . . . .
— DEUTERONOMIO 28:15,58,61
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho
por nosotros maldición; porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero. — GÁLATAS 3:13
La Biblia dice que toda enfermedad y dolencia es maldición de la ley. En
el capítulo 28 de Deuteronomio, la ley menciona específicamente once enfermedades como
maldición de la ley; luego el versículo 61 abarca toda enfermedad y dolencia
como una maldición de la ley.
¡Pero Cristo nos ha redimido de la maldición de la ley! Cristo no nos va a redimir; Él ya nos ha redimido.
Pedro, mirando hacia atrás al sacrificio en el Calvario, dijo: “. . . por cuya herida fuisteis sanados ” (1 Pedro 2:24). No va a ser , pero fueron !
Dios recuerda que cargó en Jesús no sólo los pecados y las iniquidades de todos nosotros, sino también nuestras enfermedades y dolencias (Isaías 53:4,5). Jesús recuerda que llevó nuestros pecados y enfermedades por nosotros (Mat. 8:17). Por lo tanto, el Espíritu Santo inspiró a Pedro a escribir: “. . . por cuya herida fuisteis sanados. ”
Confesión: Según Deuteronomio 28, toda enfermedad y dolencia es una
maldición de la ley. Pero según Gálatas 3:13, Cristo
me ha redimido de la maldición de la ley. ¡Por lo tanto, soy redimido de la enfermedad!
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