Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre - 1 PEDRO 1:23
Somos engendrados de Dios.
Somos nacidos de Dios.
Somos hijos de Dios.
Somos herederos de Dios.
Somos coherederos (“juntos” significa iguales ) con Jesús (Romanos 8:17).
Al declarar esto, no nos magnificamos a nosotros mismos. Engrandecemos a Dios y lo que Él ha hecho por nosotros a través del Señor Jesucristo. No nos hacemos nuevas criaturas. Dios nos hizo nuevas criaturas. Él es el Autor y Consumador de nuestra fe.
¡Somos nuevas criaturas creadas por Dios en Cristo Jesús!
Confesión: Soy engendrado por Dios. Soy nacido de Dios. Soy nacido de simiente incorruptible por la Palabra viva de Dios. Nací en el ámbito espiritual, se me dio vida eterna y me convertí en un pámpano de la vid a través de la Palabra incorruptible de Dios.
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