Dominio

. . . [Dios] lo resucitó [a Cristo] de entre los muertos, y lo puso a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado y potestad y poder y señorío, y de todo nombre que se nombra, no sólo en este mundo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. — EFESIOS 1:20-23

Una vez que somos nuevas criaturas en Cristo Jesús, el dominio de Satanás sobre nosotros termina. Jesús es el Señor y la Cabeza de este nuevo Cuerpo: la Iglesia.

Somos el Cuerpo. Cristo es la Cabeza. La Iglesia es el Cuerpo. Cristo es la Cabeza.

Todo el Cuerpo de creyentes, todos los nacidos de nuevo, son nuevas criaturas en Cristo Jesús. Entonces cada uno de nosotros individualmente es también una nueva criatura, porque todos nosotros somos miembros de ese Cuerpo.

Satanás no tiene derecho a gobernar sobre el Cuerpo de Cristo, y tampoco tiene derecho a gobernarnos individualmente.

Cristo es la Cabeza del Cuerpo. Él es quien ha de gobernar y dominar el Cuerpo de Cristo. Satanás ha perdido su dominio sobre nuestro espíritu, nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras finanzas y las circunstancias de nuestra vida, porque Dios ha puesto todas las cosas bajo los pies de Cristo.

Confesión: Dios ha puesto todas las cosas bajo los pies de Cristo. Soy miembro del Cuerpo de Cristo. ¡Los pies están en el Cuerpo, así que Satanás está debajo de mis pies!