Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. — 1 CORINTIOS 14:14
Dios es un Espíritu. El hombre es un espíritu. Dios nos contacta y trata con nosotros a través de nuestro espíritu. Él nos guía a través de nuestro espíritu. Él no se comunica directamente a través de nuestras mentes, porque el Espíritu Santo no mora en nuestras mentes. Y Dios tampoco nos contacta a través de nuestros cuerpos.
Debería ser relativamente fácil para los creyentes llenos del Espíritu localizar el espíritu humano. Esas lenguas vienen de su espíritu, abajo en su interior. Pronuncias las palabras físicamente, pero no salen de los sentidos físicos. Entregas tu lengua a tu propio espíritu, y el Espíritu Santo en tu espíritu te da la palabra.
Las lenguas no salen de tu mente ni de tu alma. Cuando oras en lenguas, tu mente, tu entendimiento, es infructuoso. Tu entendimiento no sabe lo que estás diciendo.
Cuando oras en lenguas, las palabras salen de lo más profundo de tu ser: tu espíritu. Todas las guías que he recibido, han salido de mi espíritu. Y la mayoría ha venido cuando estaba orando en otras lenguas, cuando mi espíritu estaba activo y en contacto con Dios.
Confesión: Cuando oro en lenguas, mi espíritu ora. Mi espíritu está activo y en contacto con Dios. El Espíritu Santo en mi espíritu me da la palabra.
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